PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA

CRECER CON CONFIANZA Y SEGURIDAD: Moverse en Libertad

evolución infantil

PSICO…¿QUÉ?

  • La psicomotricidad une la parte del movimiento con la parte afectiva, intelectual y social de la persona.
  • Favorece, por tanto, el desarrollo Global para adquirir la identidad y autonomía.
  • Es fundamental desde el nacimiento hasta los 6 años.

Hay dos tipos de psicomotricidad:

  • DIRIGIDA
  • VIVENCIADA

La PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA: Se trata de una actividad vivenciada, no dirigida, basada en el movimiento y el juego libre del niñ@. Esta actividad espontánea favorece que los niñ@s descubran y desarrollen por sí mismos sus capacidades e intereses, al tiempo que todo aquello que consiguen de manera autónoma les proporciona una gran confianza y seguridad en sí mismos. La psicomotricidad vivenciada contribuye al desarrollo de las capacidades motoras, sociales, afectivas e intelectuales del niñ@.

 

¿QUÉ NECESITAMOS PARA MOVERNOS?

movimiento libre

  • Desde el plano físico o neuromuscular: que el cuerpo funcione.

  • Desde el plano intelectual: interés y deseo por el entorno y por el descubrimiento de uno mismo.

    bebé intelectual

¿CÓMO…?

¿Cómo podemos favorecer como padres un desarrollo psicomotor sano, que potencie que nuestro hijo se descubra a sí mismo y a todo lo que le rodea?

  1. Proporcionando espacios amplios y seguros dónde pueda moverse en libertad.
  2. Favorecer la postura boca abajo: desde la que comienza todo el movimiento.
  3. No dirigir ni forzar posturas ni movimientos: no sentarle, no ponerle a andar,…
  4. Favorecer la confianza y el desarrollo de sus propias capacidades: si se cae no levantarle, que pueda ir utilizando sus propios recursos y apoyos; ponerle objetos que llamen su atención a una distancia adecuada, no acercárselos siempre.
  5. Se desaconseja el uso del parque, taca taca, saltadores…

¿QUÉ NECESITAMOS PARA MOVERNOS?

Desde el plano afectivo: Sentirnos seguros y confiados.

cariño

¿Cómo?
Estableciendo un vínculo de apego SEGURO.

VÍNCULO DE APEGO

Es una relación afectiva con una persona de referencia que genera la SEGURIDAD Y LA CONFIANZA para que puedas crecer, desarrollarte y relacionarte contigo mismo, con los objetos y con los otros.

ETAPAS PARA SU FORMACIÓN

El vínculo de apego comienza antes del embarazo, durante este y después hasta los dos años de vida.

Las conductas de apego comienzan desde el nacimiento y culminan alrededor de los 6-7 meses.

  1. Inicialmente el niño no diferencia unas personas de otras, interacciona con miradas, balbuceos. Muestra más interés por los humanos que por los objetos.
  2. A los 3 meses comienza a dar respuestas diferenciadas a las personas, muestra diferenciación del rostro de sus cuidadores aunque no muestra preferencia.
  3. A partir de los 6-7 meses empieza a buscar repetidamente la proximidad con el sujeto de apego ya sea directo o visual. No sólo responde a gestos de los otros sino que los inicia.
  4. El primer vínculo afectivo se consolida entre los 8 y los 10 primeros meses de vida: el niño es mucho más activo y se mueve y protesta cuando la madre se va.
  5. El bebé concibe la relación con su figura de apego desde su propio punto de vista, le queda por concebir a la madre o figura de referencia cómo un ser independiente de él. Esta fase comienza hacia los dos años y medio o tres y puede durar toda la vida.

El primer vínculo de apego que construimos influye en los futuros vínculos que vamos a ir construyendo a lo largo de nuestra vida.

TIPOS DE VÍNCULOS Y SUS CONSECUENCIAS

APEGO SEGURO: Los niños manifiestan conductas positivas hacia la madre tras una separación breve.
Aumenta su capacidad de exploración y experimentación, la curiosidad y solución de conflictos. Tienen más confianza puesto que se saben y sienten queridos.

APEGO EVITATIVO: Cuando padres o cuidadores rechazan reiteradamente al bebé. Los niños evitan el contacto y no muestran ansiedad ante la separación de la madre, muestran conductas de ignorancia y evitación hacia su figura de referencia.

APEGO ANSIOSO-AMBIVALENTE: Las relaciones a veces se muestran afectuosas y a veces extremadamente coercitivas. El niño tiene una fijación excesiva hacia su figura de apego. No explora ni se relaciona ni con el ambiente ni con los otros por no separarse de su figura de apego. Poca autoestima.

DIFICULTADES EN LA CREACIÓN DEL VÍNCULO

ABANDONO: Ausencia de la gura materna, desapego.
Pueden provocar falta de exploración y cómo consecuencia dificultades en el desarrollo psicomotor: aparición de estereotipias motoras en situaciones de miedo o ansiedad: balanceo, succión del pulgar…

SOBREPROTECCIÓN: Apego exagerado, envolvente, asfixiante, no hay alternancia entre presencia y ausencia.
Anula también la exploración y la capacidad de conquista de la autonomía.

 

¿CÓMO CONSTRUIR UN VÍNCULO DE APEGO SEGURO?

HERRAMIENTAS PARA LOGRARLO:

  1. Observación y escucha del bebé y de sus necesidades
  2. Observación y escucha de mis necesidades. Consciencia.
  3. ¿Cómo me llega qué me quieren?, ¿Cómo lo expreso yo?
  4. Dedicar un tiempo en exclusiva e intimidad; lactancia materna.
  5. Juegos para potenciar la creación del vínculo:
    1. A través del diálogo tónico: coger al bebé, tocar- le, acariciarle, arrullarle, mecerle, cantarle
    2. Masaje: medido de comunicación con él.
    3. Bailar con él: mirarle a los ojos, llamarle por su nombre, sonreírle, expresar tus sentimientos ha- cia él. Poner una música lenta después una más rápida
    4. Juegos de “cachorreo” : cosquillas, rodar como croquetas, pedorretas
    5. Juegos de imitación: imitando todo lo que vaya haciendo el bebé: abrir la boca, tose, da palmas..

 

“Cada Padre/ Madre encuentra su grandeza cuando es respetado como tal y también cuando siente el derecho a no ser perfecto y a cometer errores.” 

“Todas las Madres/Padres tienen la capacidad para encontrar su propio camino en la manera de sentir, educar y querer a sus hijos.”

 

¿EN QUÉ CONSISTE UNA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD?

Se trata de una actividad vivenciada, no dirigida, basada en el movimiento y el juego libre del niñ@. Esta actividad espontánea favorece que los niñ@s descubran y desarrollen por sí mismos sus capacidades e intereses, al tiempo que todo aquello que consiguen de manera autónoma les proporciona una gran confianza y seguridad en sí mismos. La psicomotricidad vivenciada contribuye al desarrollo de las capacidades motoras, sociales, afectivas e intelectuales del niñ@.

El psicomotricista acompaña y observa el juego de los niñ@s y establece con ellos un vínculo afectivo sano de seguridad y confianza. Para favorecer su autonomía interviene sólo cuándo es necesario (asegurar el espacio, recordar las normas o hacer evolucionar alguna situación o conducta). Se respeta ante todo el tiempo y el espacio que cada uno necesita.
Con esta no intervención se favorece la autonomía, la iniciativa, la creatividad, la toma de decisiones, la necesidad de normas y límites, y sobre todo, se favorece que surja el deseo, es decir, lo que el niñ@ desea realmente hacer, lo que le interesa, le motiva y le mueve a actuar y a permanecer en lo que le gusta.
A través de la observación de los parámetros y organizadores del desarrollo psicomotor, obtiene información sobre el desarrollo de cada niñ@. Esta información se queda reflejada en los informes que os entregamos en enero y en Junio.

“Que los niñ@s tengan la posibilidad de decidir y elegir siempre que sea posible, de llegar a alcanzar sus propios objetivos, les da mucha confianza y seguridad en sí mismos y en sus capacidades, porque son partícipes de su propio aprendizaje”.

PARTES DE LA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA

Las sesiones de psicomotricidad vivenciada suelen durar unos 45 minutos y se diferencian en tres fases:

Rueda inicial
Es la primera parte de la sesión, en ella nos centramos en el espacio y se recuerdan las normas. Los niñ@s poco a poco van verbalizándolas e interiorizándolas: -a la sala se viene a jugar, -no se puede hacer daño a los demás ni destruir lo que otros construyen y – cuando el psicomotricista da las palmas se termina el tiempo de juego y se vuelve a la rueda (rueda final)

Desarrollo del juego: juego libre
En esta parte de la sesión, cada niñ@ realiza el juego que desea. En función de su desarrollo cognitivo, emocional y social realizará un tipo de juego u otro.

El niñ@ es libre para realizar aquello que desee, siempre respetando las normas dichas en la rueda inicial. Es un espacio libre de juicios y de directrices. En el movimiento y el juego libre, los niñ@s descubren sus capacidades y se reconocen en ellas y además descubren sus limitaciones y encuentran recursos para superar sus dificultades.
Los niñ@s en la sala de psicomotricidad liberan muchas tensiones a través del juego sensorio-motor, que además favorece tanto el lenguaje como la lectura y la escritura. A través de este juego, el niñ@ experimenta y conoce las posibilidades y limitaciones de su propio cuerpo. Con el juego simbólico, recrean situaciones de su vida cotidiana que en ocasiones son conflictivas para ellos. Estos dos tipos de juego dan paso al juego cognitivo y al pensamiento abstracto.

Rueda final:
Es la última parte de la sesión. Cuando el psicomotricista da las palmas se termina el tiempo del juego libre y se vuelve al espacio de la rueda. En esta rueda final el psicomotricista pregunta a los niñ@s si hay algo que quieran contar, aquello que hayan vivido y experimentado y que quieran compartir. Se aprende a respetar el turno de hablar y a escuchar a los demás.
También se puede expresar aquello que han vivido a través del dibujo o de otros materiales que facilitará el psicomotricista.

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