EL PERIODO DE ADAPTACIÓN EN GLOBO

By Isabel Fernández-Vega

¿QUÉ ES? ¿CÓMO DEBEMOS AFRONTARLO?

Cada etapa de la vida trae consigo para lxs peques y sus padres nuevos retos, conquistas, dificultades, frustraciones y satisfacciones.

En Globo cada familia y cada niñx es únicx y por ello la acogida y el periodo de adaptación se amolda y ajusta a las necesidades de cada niñx y familia.

Una vez que los padres deciden traer a su hijx a Globo, después de la visita inicial al centro, se establecen unas pautas a seguir en función de las demandas y necesidades de esta nueva familia. Escuchando sus necesidades podremos darle respuesta: si se trata de la primera experiencia de separación y el niñx que va a entrar a la Escuela es un bebé menor de ocho meses, en este caso el bebé no va a sufrir esa ansiedad de separación ni ansiedad ante los extraños, pero seguramente los padres, en especial la madre, sí que necesite ese periodo para adaptarse a esa separación de su hijx.

La escuela debe ser un espacio en donde se acompañe a lxs niñxs respetando sus ritmos y procesos y con una mirada puesta en el mundo de sus afectos y emociones.

En Globo le damos mucha importancia al hecho de crear un apego seguro como la base que promueve el respeto por los procesos vitales y ritmos del niño. Cuando creamos vínculos seguros, estables y de confianza con lxs adultxs de referencia, el/la niñx crecerá y se desarrollará desde un sentimiento de confianza y seguridad en sí mismx y en el mundo que le rodea.

En Globo construimos espacios donde lxs niñxs se sientan segurxs, intentando que estos espacios sean la continuidad de sus casas, espacios que se parezcan a un hogar. Un espacio donde el/la niñx va a pasar una parte del día en un entorno cuidado, preparado para sus necesidades de exploración, de movimiento, cuidado personal y en presencia de otrxs niñxs y de adultxs que le acompañan en su momento evolutivo.

Debemos considerar que cada niñx tiene un momento madurativo diferente y habrá que tenerlo en cuenta para poder llevar a cabo este proceso y que puedan separarse de sus figuras de referencia sin angustia o con una mínima y tolerable.

Cuando el niño se separa de sus padres, es decir, cuando se separa de su primer y  más importante vínculo, debe producirse un traspaso de la confianza a los adultos que le vamos a acompañar en la escuela. Este es el primer gran paso: que el/la niñx y sus progenitores confíen en este adulto que va a cuidar de su hijx durante el tiempo que no ellxs no estén.

Es muy importante para que este traspaso de confianza se pueda dar con facilidad, que exista un período de tiempo en donde se comparta el espacio, que convivan en el espacio lxs padres, lxs niñxs y lxs educadoras. Esta es la manera de aproximarse a ese otro adulto en un entorno seguro, es decir, cuando todavía los padres están cerca por si los necesita el/la niñx. Y, a su vez, por parte del educador también existe en ese momento la tranquilidad de poder construir el vínculo en base al placer compartido con el/la niñx y no tanto por situarse como autoridad que pone límites y define lo que se puede y lo que no se puede hacer en el espacio (que también), sino la persona que va a cuidar, dándole seguridad y confianza, le va a acompañar en los procesos de aprendizaje, permitiéndole explorar el espacio, los objetos, las personas…facilitándole el alimento y cuidando de su higiene personal, así como de ayudarle a conciliar el sueño, es decir, cubriendo sus necesidades básicas, como lo han hecho sus progenitores hasta el momento. Le proporcionaremos un espacio tranquilo y lleno de amor para facilitar el proceso, cogiéndole en brazos siempre que lo necesite, meciéndole…

Poco a poco el/la niñx va buscando el contacto con lxs educadores de la escuelita, buscándoles para compartir juegos, canciones, abrazos, el juego con otrxs peques…todo esto desde la mirada atenta de sus progenitores, quienes poco a poco y de manera paulatina, van a ir saliendo del espacio.

Otra imagen importante para los padres en estos momentos tan especiales de la adaptación es cuando ven cómo las educadoras acompañamos a lxs niñxs que ya no están con sus papás o mamás. Observan cómo les acompañamos, les cogemos en brazos, les validamos y permitimos expresar las emociones que surgen en el momento de la separación del/la niñx y sus padres…desde la tranquilidad y alegría hasta la tristeza y el enfado. Cómo ponemos nombre a las emociones que sienten en ese momento, haciendo una escucha activa de sus sentimientos.

Después de unos días, hay que dar el paso definitivo y despedirnos de papá/ mamá. Es importante que el/la niñx viva la despedida y vea que sus papás se van. Lxs peques tienen que  comprender que papá o mamá se van y vuelven, pero eso conlleva un proceso que se producirá a lo largo de los días y que poco a poco vivirán con menos angustia. Es importante que cada uno exprese lo que necesita en ese momento: acompañar a papá o mamá hasta la puerta y decirles adiós. Cada día irán construyendo sus pequeños rituales de despedida y el educador validará y acompañará al/la niñx en el momento de la separación.

El período de adaptación debe ser como un tiempo de conocimiento mutuo y de construcción de la confianza necesaria entre la familia y la escuela. Lo ideal es que este período sea flexible y que dure lo que el/la niñx necesite para la construcción de un vínculo mínimamente seguro con su adulto referente en ese nuevo espacio.

Es un proceso que no siempre resulta fácil para los adultos. Algunas veces son lxs padres los que no están preparadxs para marcharse y el/la niñx lo percibe así. Es difícil en esos momentos diferenciar lo que pertenece al sentir de los padres y lo que forma parte del sentir del/la niñx. En ese momento somos nosotras quienes debemos acompañar el proceso del/la niñx y también el de sus papis.

Durante la adaptación es normal que se produzcan cambios en el/la niñx, incluso que haya regresiones, es decir, puede ocurrir que por las tardes después de la escuela, esté más alteradx, que le cueste dormir o demande más atención. Todo esto es completamente normal y se lo vamos a permitir. Esto es debido a que durante el día ha echado de menos a sus progenitores.

Es posible que por la noche y los fines de semana le cueste separase de sus papis, es normal ya lo ha tenido que hacer de lunes a viernes.

Todos estos cambios de comportamiento son totalmente normales.

Desde Globo os queremos hacer algunas recomendaciones sencillas para facilitar el periodo de adaptación:

1. Es importante que recordéis que es un mecanismo totalmente natural y que se pasa en unos días.

2. En ningún caso penséis que el niño está buscando llamar vuestra atención o manipularos, simplemente lo está pasando mal.

3. No os enfadéis con el/la niñx. El/la no tiene la culpa y vosotrxs tampoco.

4. hay que tener paciencia y  esperar unos días a que se pase y entre tanto, es importante seguir con las rutinas en casa, mantened los horarios de juego, baños, comidas, sueño …eso le ayudará a  sentirse segurx.

5. Si se deja, y no está enfadadx, dadle muestras de afecto,  muchos besos y cariño, como siempre o más.

Seguro que en unos días ya está todo superado o casi.

¡ÁNIMO!

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