“Moverme en libertad” esa es la clave para afianzar nuevas posturas y movimientos.
Conseguir por mí mismo/a ponerme de pie y mantenerme en equilibrio, gatear sobre diferentes superficies, lanzar pelotas de diferentes tamaños, arrastrar módulos e ir dando pasos sin una mano adulta, alcanzar el objeto que deseo, relacionarme con los demás experimentando satisfacciones y frustraciones, crear mis propios espacios, explorar objetos que despierten mi interés….
Todo eso y mucho más es lo que puedo sentir en la sala de psicomotricidad…un espacio donde poder expresar y liberar a nivel emocional…donde el adulto siempre me acompaña y me ofrece recursos y no soluciones…
Un lugar mágico donde sólo yo soy protagonista de mis aprendizajes… Sin presiones, permitiéndome el tiempo q necesite para conseguirlos…
En definitiva, un espacio de libertad tan necesario para crecer feliz!!